martes, 12 de febrero de 2013

reproducción asexual katerin infante 801

Reproducción asexual
La reproducción asexual consiste en que de un organismo se desprende una sola célula o trozos del cuerpo de uno ya desarrollado, que por procesos mitóticos, son capaces de formar un individuo completo genéticamente idéntico a él. Se lleva a cabo con un solo progenitor y sin la intervención de los núcleos de las células sexuales o gametos. Los organismos celulares más simples se reproducen por un proceso conocido como fisión o escisión, en el que la célula madre se fragmenta en dos o más células hijas, perdiendo su identidad original. La división celular que da lugar a la proliferación de las células que constituyen los tejidos, órganos y sistemas de los organismos pluricelulares no se considera una reproducción, aunque es casi idéntica al proceso de escisión binaria. En ciertos animales pluricelulares, tales como celentéreos, esponjas y tunicados, la división celular se realiza por yemas. Estas se originan en el cuerpo del organismo madre y después se separan para desarrollarse como nuevos organismos idénticos al primero. Este proceso, conocido como gemación, es análogo al proceso de reproducción vegetativa de las plantas. Procesos reproductores como los citados, en los que un único organismo origina su descendencia, se denominan científicamente reproducción asexual. En este caso, la descendencia obtenida es idéntica al organismo que la ha originado.

La reproducción de los hongos
La gran mayoría de los hongos producen esporas como medio para asegurar la dispersión de la especie y su supervivencia en condiciones ambientales extremas. Así pues, la espora es la unidad reproductiva del hongo y contiene toda la información genética necesaria para el desarrollo de un nuevo hongo.
Conocemos dos tipos de esporas:
Las asexuales, que suelen ser resistentes a la sequedad y a la radiación, pero no especialmente al calor, por lo cual no tienen período de latencia. Pueden germinar cuando hay humedad, incluso en ausencia de nutrientes.
Las sexuales, más resistentes al calor que las asexuales, aunque no tanto como en las dos poras bacterianas, suelen presentar latencia, germinando sólo cuando son activadas, por ejemplo por calor suave o alguna sustancia química. 
La reproducción de los helechos   
Como los musgos, los helechos tienen un gameto haploide y un esporófito diploide. La planta que se identifica con el helecho es el esporófito. El gametófito o prótalo es muy pequeño y difícil de ver.
En la zona posterior de sus hojas (frondes) hay unos abultamientos denominados soros, en cuyo interior se encuentra un número variable de esporangios. En el interior de los esporangios se producen, por meiosis, esporas haploides que, si las condiciones son apropiadas, germinan y dan lugar a un gametofito. Este es una lámina acorazonada de color verde, denominada prótalo. En él se forman los órganos sexuales (anteridios y arquegonios), donde se producen los gametos (anterozoides y oosfera). Si hay mucha humedad, los anterozoides nadan desde los anteridios hasta los arquegonios y fecundan la oosfera, que una vez fecundada da lugar al esporofito, que crece y origina un helecho adulto que vuelve a producir esporas por meiosis, con lo que comienza de nuevo el ciclo. 

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